Testimonios
Arquitecto, marzo 2014.
A lo largo de estos vertiginosos años 2000, muchos de nosotros-unos más otros menos- hemos venido limpiando aquello que ya no nos era más útil, despejando y preparando los “terrenos” personales y familiares, los “patios interiores y antejardines” de nuestras Almas. Limpiándolos para recibir. Y en este quehacer yo reconozco ahora cuan atareada estuve a veces, y otras un tanto urgida. Entonces, sin siquiera darme cuenta, 2013 se presentó de pronto como un año literalmente de sembrar y plantar. En mis manos estaba Mundo Nuevo y allí el Diplomado de Terapia Floral.
Hoy, después de un año de exploración de este maravilloso y potente universo de las flores, puedo reconocer también las raíces y el cuerpo de mi árbol, sus hojas y flores, como uno de los propósitos de mi Alma. Micareli e Iván son los grandes visionarios sabios y amorosos guías en este fantástico viaje de indagación; mis compañeras y compañeros de ruta, son mis hermanas y hermanos árboles, arbustos, y plantitas del bosque de un Mundo Nuevo. Agradecida a todos y todas, en Humildad y Amor por todas las valiosas y benditas semillas que recibió mi Alma.